La entrevista psicológica y sus aspectos más importantes.

Existen diferentes aspectos que de alguna manera influyen sobre el desarrollo de la entrevista psicológica, entre esos se encuentran, primero las condiciones en las cuales esta se desarrolla (el ambiente, lugar, locación), segundo las técnicas que el profesional usa para abordar el caso y tercero la comunicación que existe entre el entrevistador y el paciente. Para que exista una entrevista psicológica, primero se necesita un caso y un paciente a tratar, segundo un profesional que hará rol de entrevistador, por ejemplo, un psicólogo clínico. Entre las condiciones se encuentra el espacio donde se va a llevar a cabo la entrevista, este debe ser un lugar tranquilo, donde no existan interrupciones ni distracciones, que transmita paz y seguridad al paciente, para que este se sienta cómodo y pueda abrirse ante el entrevistador. Esta parte es muy importante ya que muchas veces las personas que van al psicólogo no necesariamente van por iniciativa propia, sino que en muchos casos hay influencia y/o presión por parte de agentes externos (padres, jefes, profesores, juez) sobre el afectado para que asista a terapia, por lo tanto el trato hacia el cliente debe ser asertivo y gradualmente proporcional al tiempo de desarrollo de la entrevista, es decir, empezar “cortando el hielo” con el paciente, poniendo sus necesidades como lo más importante e ir explorando con preguntas específicas poco a poco. Perpiñá, C. (2015) cita “El contexto en el que se produzca la entrevista influirá sobre sus características y determinará la profundidad, áreas que se evalúen, la cooperación que se espera del cliente y los tipos de preguntas que se realicen (Segal, June y Marty, 2010). Además, el entrevistador debe tener una actitud de escucha, capacidad de comprensión y excelente presentación personal.

Entendemos que la entrevista psicológica es un instrumento de evaluación que nos permite recolectar la mayor cantidad de información posible, para esto, existen diferentes tipos de estrategias o técnicas que se pueden usar a la hora de realizar una entrevista. Según Perpiñá, C. (2015) existen diferentes tipos de estructura en la entrevista como las entrevistas estructuradas, semiestructuradas o sin estructura, cada una orientada a la recolección de datos, además hay tres vías para realizar la entrevista, la observación, la conversación y la exploración, Muñoz (2003). La observación se basa en observar la comunicación no verbal del paciente, (gestos, silencios, miradas, sonrisas, etc.) el comportamiento, la conducta, la apariencia física, el estado y capacidad mental y todo aquello que nos pueda brindar información extra, para así poder reconocer y/o inferir circunstancias como, incomodidad en algunas preguntas o al dar respuesta, que se puedan interpretar como un evento traumático o algo que le genera un sentimiento negativo al individuo, si está mintiendo o exagerando sus síntomas o problemas, si se está tomando o no en serio la entrevista, entre otras. “La observación de la conducta del entrevistado aportara información relevante para la valoración del estado mental.” Perpiñá, C. (2015). La conversación será la principal fuente de información acerca del cliente, de esta manera es como el entrevistador puede hacer que el paciente pierda el miedo o sentimiento de rechazo hacia la entrevista, también es la clave para conocer el estado de animo de la persona y lo que piensa sobre la situación que está exponiendo. Muchas veces el cliente no entrará con la mejor disposición hacia la entrevista, como lo había mencionado anteriormente, por lo tanto, es importante dar a conocer las intenciones que se tiene como entrevistador y fomentar la confianza y el dialogo en todo momento. Como dice Perpiñá, C. (2015). “la conversación informal… en la fase inicial puede revelar información relevante, como el nivel de comprensión del paciente o su estado de ánimo.” Por último, pero no menos importante, está la exploración, la cual se basa en realizar una serie de preguntas tanto abiertas como cerradas, (teniendo cuidado de no hacer sentir a la persona en un interrogatorio) para obtener información necesaria y así, llegar a un diagnostico sobre el estado mental del paciente. Perpiñá, C. (2015).

Ahora si hablemos de lo que realmente considero que después del espacio, es lo más importante en el desarrollo de la entrevista psicológica, la comunicación. La comunicación es una herramienta esencial a la hora de realizar una entrevista psicológica, ya que de esta manera es como podremos indagar y explorar más a fondo sobre el caso a tratar, es la base de la confianza entre el profesional y el cliente, es el proceso de recogida de información por medio de preguntas, confrontaciones y diálogos. Considero que la comunicación es esencial en la entrevista porque tanto el entrevistador como el cliente deben estar en sintonía, es decir, comprenderse mutuamente, el entrevistador debe dejar claro su rol y sus funciones, de la misma manera en que le explica al cliente lo que se va a realizar y cómo se va a realizar. Mediante la comunicación el cliente puede exponer lo que siente y por lo que está pasando y el entrevistador puede demostrar la comprensión y empatía que el cliente necesita. Por eso es importante que dentro de la comunicación exista una escucha activa por parte del entrevistador, ya que comunicar no se trata únicamente del habla o del intercambio de palabras que se puede dar entre dos o más personas, sino que tiene que haber un locutor y un receptor, (paciente y psicólogo respectivamente) para que el paciente pueda expresar lo que siente y el psicólogo pueda ir recolectando datos, para luego generar una hipótesis. Por lo tanto, entre las capacidades que debe tener el entrevistador, debe estar la escucha activa.

Es muy importante que el entrevistador le comunique al paciente la importancia de la permanencia en terapia (de ser necesario) ya que muchas veces una sola sesión no es suficiente para llegar a una conclusión, Perpiñá, C. (2015). Por eso hay que tener en cuenta el cómo se siente el paciente durante la entrevista, ya que como comenta Perpiñá, C. (2015) muchos pacientes vienen con malas experiencias con terapeutas anteriores.

Cabe aclarar que en el proceso de comunicación, escucha y toma de notas, no se debe descuidar al paciente y su relato, porque muchas veces al tomar notas mientras la persona habla, puede ser considerado como símbolo de desconexión, es decir, el paciente se concentra en que el entrevistador está tomando notas y se puede llegar a sentir ignorado o lo que está comentando es de poca importancia para este, otro ejemplo podría ser que cuando el entrevistador toma notas, puede perder algún detalle en la comunicación no verbal del paciente que le dé indicios para comprender el estado de animo de este y si lo que está diciendo es cierto o falso.

En resumen: la entrevista psicológica tiene una serie de pros y de contras, los cuales se basan más que todo en la credibilidad de la información que se recolecta. Entre los pros podemos considerar que la entrevista psicológica mediante la comunicación:

• Es el primer paso para conocer al paciente y el caso que se expone, es la mejor fuente de información que se puede tener.

• Nos brinda la suficiente información para realizar el registro de los datos.

• Ofrece flexibilidad entre el paciente y el entrevistador.

• Permite analizar la comunicación no verbal del cliente y realizar inferencias acerca de sus respuestas, comportamientos y actitudes.

• Facilita la identificación de los trastornos y llegar a un diagnóstico.

• Por último, nos permite crear un plan para tratar el problema.

En los contras podemos considerar:

• Perdida de contacto visual con el paciente, mientras se recolectan datos.

• Perdida de información importante.

• Falta de credibilidad en las respuestas del paciente.

• Rechazo a la entrevista por parte del paciente.

• No regreso a la terapia.

• Falta de interés por parte del paciente.

Para finalizar quiero comentar que la comunicación en la entrevista psicológica es importante durante todo el proceso de esta, en la fase inicial es importante porque nos ayuda a romper el hielo con el paciente y a conocer el estado mental de este; en la fase intermedia, nos ayuda con la recolección de datos, la organización de la información y al momento de compartir al paciente los resultados obtenidos; y en fase final, nos ayuda con el seguimiento del tratamiento, a valorar si realmente está funcionando y cómo se está sintiendo el paciente al respecto, si ha habido mejoras o no. Perpiñá, C. (2015).